Enrique y Raúl hablan sin darse cuenta que por una mágica razón Axel lo está escuchando todo.
--¿¿qué es lo que pasa, hijo? Está claro que Axel no sabe nada de la boda¡¡¿¿porqué me mentiste?¡¡
Raúl habla con un desprecio y un odio que hace mucho daño a Axel que se quede perplejo y no es capaz casi ni de respirar. Raúl escupe todo su veneno:
--ese imbécil come de mi mano ¡se va a casar conmigo¡ Se cree que lo amo. Me regaló una joya carísima y lo voy a dejar en la ruina. Es un tonto pero él se me ama y hará lo que le pida¡
--Raúl, ese tipo no parece tan tonto como tú dices, no puedes jugar con él.
--¡¡Es un don nadie, a ese lo manejo como se me dé la gana¡¡
--No hables tan alto.
Raúl se porta de una manera muy altanera:
--ese tonto no ve más allá de sus narices.
--es que, hijo, parece que no te das cuenta de todo lo que nos jugamos. Ya no puedo aguantar más esta situación. Lo vamos a perder todo si no le sacas su dinero.
--y lo haré, no sólo ese estúpido nos dará el dinero que necesitamos sino que lo dejaré en la calle ¡¡y será muy rápido porque a ese tipejo no lo aguanto mucho tiempo¡¡
--no se ve mala gente, yo creo que te puede hacer feliz. Si le das una oportunidad...
Raúl habla con mucho desprecio. Axel escucha roto del dolor.
--es un pobre diablo, me da asco cada vez que me mira con su cara de tonto. Es muy guapo y tiene plata pero por el resto es un estúpido, dejarlo en la calle va a ser más fácil que robarle un caramelo a un niño.
--no lo subestimes.
Raúl mira desafiante a su padre y le hace un juramente:
--Axel Margarit va a ser mi marido y toda la fortuna de la familia estará en mis manos.
--Hijo, si juegas mal tus cartas nos quedamos en la calle.
Raúl habla con un odio, un odio que lastima al guapo Axel
--los que se van a quedar en la calle van a ser a ese imbécil y el degenerado de su primo. Yo me quedaré con su dinero y encontraré un hombre de verdad que sí me haga feliz pero esa boda va.
Enrique no está nada seguro y Raúl trata de tranquilizarlo:
--estamos muy cerca de conseguir lo que siempre soñé. He estado en la mansión. Me han dado la recámara principal. Seré el Rey de ese lugar y dentro de poco todos se largarán de esa mansión y yo me quedaré ahí.
--eso espero, hijo.
--¡¡lo será, Axel no es nada sin mi¡¡
Axel está destrozado. Se le escapa lágrimas de sangre. Siente deseos de huir. En una estantería hay un jarro con agua y va hacia él. Su intención es dejar a Axel atrás:
--¡¡no sirvo para nada, sólo atraigo a los que están detrás del dinero de Emilio¡¡Maldita sea¡¡
Axel da un golpe en la pared con el puño. En ese momento entran Raúl y Enrique. Axel se da la vuelta y se seca las lágrimas.
--¿ocurre algo? --pregunta Enrique.
Raúl abraza a su amante por la espalda. Su voz es dulce no tiene nada que ver con el tono de voz con el que hablaba con su padre:
--¿¿que te ocurre, mi amor?¿no te gustó mi sorpresa? es que te amo tanto y no tengo espera. Deseo ser tu esposo ya..
Cada palabra de Raúl es una puñalada para Axel. Llora sangre, desea decirle que lo desprecia, que sabe cual es su juego y que se le acabó. Pero no puede porque a pesar de su dolor, a pesar de lo que ha descubierto aún lo ama. Además recuerda las veces que estuvieron juntos y lo mucho que lo quiso. Sobretodo recuerda el momento de la entrega de la hebilla. Se seca las lágrimas y se gira para mirar a Raúl. Raúl no se da cuenta de nada pero si Enrique. Sorprendido le dice:
--¿estuvo llorando?
--claro que no papa¿porque iba a llorar? --Raúl.
--pues yo diría que sí.
A Axel le duele que Raúl no se dé cuenta que estuvo llorando. Fuerza una sonrisa:
--pues sí, mi amor, sí estuve llorando.
Axel está serio, se ve molesto. Enrique y Raúl se miran con cierto miedo.
--¿ocurre algo malo? --Enrique.
Axel acaricia a su amado, desea matarlo y amarlo:
--es la felicidad. La sorpresa de que ya seré tu esposo.
--¿no entiendo? --Enrique.
--es que yo no sabía nada de esta boda y me emociona mucho que Raúl me quiera tanto como para casarse conmigo de inmediato --Axel.
Raúl se muestra cariñoso pero por dentro se ríe de él:
--¡es que es más tonto de lo que creía¡ --piensa.
--¿y entonces?¿te parece bien la boda para el domingo? –Enrique.
Muy serio Axel dice:
--si, si ustedes creen que hay tiempo para arreglarlo todo si.
Raúl se muestra amoroso y Axel se da cuenta de su falsedad pero igualmente no quiere dejarlo.
--yo no quiero nada del otro mundo, tú y yo y mi papá. Seré tan feliz de ser tu esposo.
Axel abraza a Raúl, por dentro llora. Se besan. Axel está muy callado durante la cena pero ni a Enrique ni a Raúl les importa, sus ojos brillan de ambición. Axel se muestra muy serio durante la cena y le duele que a Raúl no le importe. .
Luego ya a solas en su carro, Axel da un golpe sobre el volante y llora.
--¿¿porquè?¿porqué?
Piensa en el momento en el que Raúl tomó la hebilla:
--Es él, todo esto no puede ser un error ¡¡no¡¡
El guapo hombre está destrozado. Llora. Necesita refugiarse en alguien y piensa en Luis. A Luis le sorprende su visita y verlo tan mal.
--¿te pasa algo?
Con un hilo de voz él le dice:
--molesto ¿puedo pasar?
--si claro Estaba cenando ¿quieres cenar conmigo?
Axel lo agarra por la cintura:
--No, te necesito a ti.
Los dos hacen furiosamente el amor. Luis está feliz en brazos del guapo Axel. Lo besa en el pecho mientras Axel le acaricia la cabeza:
--hay tanta calma contigo, ojala fuera así siempre --Axel.
Luis lo mira enamorado. Esas palabras del chico son casi una declaración de amor o almenos Luis se lo toma así. Axel está más relajado:
--me gusta que seas tan entregado.
Luis está emocionados:
--me ama, me ama –dice para sí.
Está apunto de decirle que también lo ama pero no se atreve. Axel no se da cuenta que es eso lo que Luis desea decir:
--soy guapo. Rico. Todos se me acercan por mi dinero pero tú no. Tú si eres un amigo. Tú si sabes vivir la vida. Me gusta como eres. No buscas compromisos. Ni nada serio. Sólo divertirte. Un rato de diversión, un buen polvo y punto. A ti te gusta tenerme en tu cama y no te importa nada más, ni compromisos ni nada… ¡pues que bueno¡
El sueño se le ha convertido en pesadilla, Luis no puede creer que eso le esté pasando :
--¿perdona?
Axel no se da cuenta del dolor del hombre:
--tranquilo. No te juzgo porque sólo busques coger. A mi no me molesta al contrario, me parece muy bien que seas así. En fin, si no nos volvemos a ver pues gracias por todo.
Axel se levanta totalmente desnudo y se empieza a vestir. Luis se ha quedado tan impresionado por las palabras de él que no es capaz de decir nada. Axel piensa que Luis está de acuerdo en lo que él piensa y se va tranquilo. Cuando Axel no está Luis llora amargamente.
--¿Cree que soy una puta? ¡me trató como a una puta¡
Luis llora acariciando esas sábanas que huelen a él.
--¿¿porqué no lo pude rechazar?¿es que no se da cuenta que lo amo desde el primer día y que no le sé decir que no?
Luis está destrozado.
Axel se siente más seguro después de estar con Luis pero aún tiene la pena de lo que ha pasado con Raúl. Llega a la mansión aún como Axel y Providencia no lo quiere dejar pasar.
--avisaré al señor.
Axel está muy herido y no tiene ganas de discutir, ignora a su madre y entra. Ella lo sigue:
--¡¡oiga¡¡oiga¡¡¿¿qué hace??
Axel irrumpe en el cuarto de Emilio. Éste lo mira deslumbrado. Providencia se disculpa con él:
--no pasa nada, dejame solo con él--Emilio.
Providencia mira con desconfianza a Axel y se va. Axel se tumba en la cama de Emilio. Se le ve un poco la barriguita y la vista de su entrepierna es exquisita. Emilio está muy caliente pero le duele verlo mal y trata de calmarlo. Se sienta a su lado.
--¿Qué te pasa, amigo?
Axel lo abraza y Emilio tiembla de deseo:
--¡¡esto es una pesadilla, por culpa del estúpido libro descubrí que Raúl siente asco por mi, que sólo le mueve el dinero. Pretende que nos casemos este domingo para dejarnos en la calle a ti y a mi.
--que bueno, almenos ese tipo no se saldrá con la suya, son planes han quedado en nada.
Axel lo mira con mucho dolor y con una cara de enamorado que no puede con ella. Emilio lo mira con cierto miedo:
--no te vas a casar ¿no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario