martes, 17 de noviembre de 2020

capitulo 5

 
 



Marcos mira horrorizado a Raúl ya que se ha mojado el pecho y teme las consecuencias:

--¡¡mira lo que hiciste¡¡

Con mucha prisa Marcos agarra la sábana que está en el piso y se seca. Raúl no entiende la reacción de él:

--¿¿¿¡que te pasa?¡¡¿estás loco o es que eso que te pones para tener los pelos así te dañó el cerebro??¡

--¡¡tú no entiendes, tú no entiendes¡¡ --dice Axel con angustia.

--¿¿que pasa es que si te mojas encojes? --dice Raúl riendo.

--Más o menos --dice Marcos con angustia.

Marcos se ha secado deprisa y tiene la esperanza de parar la transformación pero no se puede arriesgar.

Huye de la habitación desnudo y con la ropa en la mano dejando los slips en el piso. Raúl lo mira incrédulo:

--¿¿¡que estás haciendo?¡¡

Marcos le gustaría decirle muchas cosas, lo importante y especial que ha sido para él ese momento. Lo que le duele haberlo decepcionado pero no puede, corre a la puerta

--¡¡si te vas no me vuelves a ver¡ --dice Raúl furioso.

Aunque lo desea Marcos no se puede detener, Raúl se muere de rabia al ver que ese hombre que tanto le gusta se va dejándolo tras acostarse con él. Grita histérico y justo en el momento que cierra los ojos, un resplandor ilumina a Axel convirtiéndolo de nuevo en el feucho y tímido Marcos. Raúl no se da cuenta que su amante se ha transformado, que el cisne se convirtió de nuevo en patito feo. Justo en la puerta del dormitorio han quedado unas gotas de agua.

--¡¡imbécil. Eres el peor amante que he tenido. Nunca me volverás a ver¡ --grita Raúl.

No imagina que es Marcos el que está tras la puerta, en su salón. Marcos lo oye abatido y avergonzado. Aunque no se ve al espejo se da cuenta que ya ha cambiado. Vuelve a necesitar los lentes que no lleva, la ropa le va grande.  Se pone la ropa aunque le queda bastante ridiculo lo que le avergüenza aún más. Camina agachado, tratando de pasar inadvertido. Se pone muy nervioso por las burlas de alguna gentuza. Además no ve demasiado bien sin sus lentes y choca con un grupo de personas. Estos chicos lo van empujando de uno a otro como si fuera una pelota:

--¡¡¡es que no ves por donde mirar, imbecil¡¡??

Le bajan los pantalones y ven que está desnudo. Marcos cae al piso y todos se le ríen.

--¡pero sí eres una chica¡¡la tienes para dentro¡

Y van llamando a más gente.

--¿queréis ver un micropene?nunca vimos algo tan pequeño. Una avellana es gigantesco al lado de ese.

Marcos lucha por sujetar sus pantalones que esos chicos le quieren arrancar y lo graban todo desde sus celulares. Se oye la policía y se van corriendo. Marcos se sujeta la ropa y se va. Marcos siente que ha caido del cielo al infierno. Se siente muy humillado por volver a ser el de antes. Recuerda como si fuera un sueño el momento de pasión que ha vivido con Raúl: --se me convirtió en pesadilla --dice lloroso.


Emilio está en la mansión muy nervioso, aunque los celos lo consume también es feliz por Marcos. La cocinera, la madre de Marcos, está con él.

--¿que es lo que te pasa, mi niño? --le pregunta la mujer con angustia.

--No, nada --dice Emilio nervioso.

Providencia lo mira muy maternal:

--yo te conozco y sé que ocultas algo. Me parece muy raro eso que no hayas llegado con mi hijo.

--ya te conté lo que pasó --dice él nervioso y sin mirarla a los ojos para que ella no lo descubra.

--si pero es que eso que de repente le salió un trabajo y que a lo mejor no lo veo ni en la noche sino hasta mañana... Yo no sabía que mi muchacho estuviera buscando trabajo.¿y si buscaba trabajo?¿porque en otro lado?¿porque no aquí?

--es que ya sabe como es su hijo. No quería ponerme en un compromiso, sentir que le doy el trabajo sólo porque es mi amigo.

--bueno... bueno... espero que no se metan en algún lio.

Providencia no cree demasiado en las palabras de Emilio, está segura que le oculta algo pero jamás imaginaría qué.

--¿vas a comer ahora?

--no, no... no tengo hambre.

Emilio siempre ha comido con Marcos, desde niño, y no le apetece ahora comer solo. Providencia se da cuenta que Emilio está pendiente de la puerta:

--¿es que esperas a alguien?

--si, bueno... no... si... bueno.

--¿en que quedamos?

--Es que a lo mejor viene un primo, a hacerse cargo de la empresa.

--¿un primo? pero si tú no tienes familia.

--si sí... es un primo muy lejano del que me hablaron, se ve que es muy bueno en las finanzas y tal vez venga.

--¿y se quedará aquí?

--si... ¡¡digo no¡¡

Emilio está muy nervioso y Providencia muy intrigada.

--no, no creo... --dice Emilio.

--Pero vendrá ahora. Digo.¿comerá aquí?

--No, él ya habrá comido.

La cocinera se queda con ganas de muchas preguntas pero no lo presiona y lo deja solo. Marcos entra en la casa. Va con cuidado, no quiere que nadie lo vea con esa pinta. Entra sigilosamente y se asoma a la sala desde la entrada, sólo muestra la cabeza. Silva a su amigo con cuidado. Emilio se sorprende al ver al Marcos de siempre. Va hacia él.

--¿¿que pasó?

--¿Mi vieja está por aquí? --pregunta Marcos sofocado.

--No. está en la cocina.

Marcos entra y sube las escaleras corriendo y Emilio tras él.

--¿mi niño, entró alguien? --pregunta la providencia.

No ha rastro de nadie:

--me pareció oir que alguien corría, debió ser el niño Emilio, está de un raro.


Los dos amigos han subido a la recámara de Marcos que es una de las más grandes de la mansión. Marcos está desesperado.

--¿¿¡que pasó?¡ --pregunta Emilio preocupado.

A Marcos le quema la ropa que lleva y se queda en seguida desnudo. Mira con ojos llorosos las bolsas y cajas de la ropa que compraron. Se tira a la cama pensando en su unión con Raúl, en el después. Marcos llora:

--se acabó el sueño.

Emilio está muy angustiado. No soporta verlo asi. Desea ganas de abrazarlo, de consolarlo:

--¿que pasó?¿no funcionó?

Marcos se abraza a su amigo. Emilio sufre por él pero es feliz al tenerlo entre sus brazos.

--si, perfectamente. Demasiado perfectamento, sólo fueron unas gotas y me sequé inmediatamente.

--¿¿alguien te vio?

--no claro que no ¡¡pero me tiraron agua y todo se estropeó¡¡

--tranquilo ya sabías que pasaría eso.

Marcos está muy abatido: 

--¡soy un imbécil¡

---estabas feliz ¿porque ahora está tan mal?.Ya mañana todo pasará.

--no sirvo como hombre. Me acosté con Raúl e hice el ridiculo.

Emilio mira a su amigo con celos. Es la primera vez que Marcos se acuesta con un hombre sin que estén juntos

--pero cumpliste tu sueño.

Con un tono que va entre la tristeza y el orgullo, Marcos le dice:

--sí ¡pero pensó que soy un idiota¡ ¡no me sé manejar con este cuerpo, hice el ridiculo¡¡

--ya aprenderás a manejarlo. --dice Emilio para tratar de tranquilizarlo.

--¡¡si pero es que a mi me gusta mucho Raúl y no me va a querer volver a ver. Después de mi fracaso como hombre me quería dar otra oportunidad pero luego ¡¡que rabia¡¡

--¿¿cómo fue que te mojaste??

--es que quería que me duchara con él pero claro no pude y para hacerme una broma pues me tiró un poco de agua.

--pues menuda broma.

Marcos se lleva las manos a la cabeza:

--No sé satisfacer a un hombre y así no voy a llegar a ningún sitio.

--los hombres con los que has estado han disfrutado mucho.

--¡eso no cuenta¡¡fingen¡ ¡es su trabajo, les pagas¡ ¡y no sé manejar una arma grande¡

--puedes ir con alguno de nuestros "amigos" con tu otro yo para ir practicando.

Y a Emilio le encantaría ver a ese guapo hombre en plena acción.

Se hace un silencio. A Marcos se le ocurre algo.

--¡tu libro, me tiene que ayudar, vamos a buscarlo¡

--es una tonteria, espera a mañana, duerme asi, igual mañana  volverias a ser Marcos.

Marcos está muy ansioso.

--¡pero es que además tengo que hacer algo para que Raúl me dé otra oportunidad nidad¡

--¿que esperas encontrar? mi libro no es un manual de sexologia.

--no sé --dice desesperado- no cuesta nada intentarlo. Raúl me gusta mucho. Creo que me estoy enamorando y no lo quiero perder. Por favor... hazlo por mi.

A Emilio le duele la confesión de su amigo pero también su angustia:

--te ayudaré. Si quieres vamos ahora pero mejor esperamos a mañana. Sea como sea, no cuesta nada mirar el libro.

Marcos se queda más tranquilo y se lo agradece con una mirada de cariño y un apretón de manos. Emilio mira a su feo amigo muy enamorado.



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