Raúl sonrie con ambición:
--Emilio Margarit, así que ese es el nombre de mi futuro esposo.
--¿entonces estamos de acuerdo?
--Bueno, tendriamos que hablar, no sé. Es que si no se le conoce pues... no debe ser muy bueno.
--Hijo, estamos en la ruina. Además que si es un pobre diablo pues será más fácil quitarle lo que es suyo.
--Eso sí. Me imagino que no tendré la suerte que sea muy guapo.. Con lo que me gustan los guapos, claro que a veces son de un torpe.
Por la mente del hombre pasa como un flash Axel y eso es algo que lo enoja porque no quiere pensar en él.
--Yo merezco alguien a mi altura y aunque por mucho dinero que tenga si es muy muy feo sería un desprestigio muy grande.
--pero hijo, piensa que es nuestra única salvación.
--bueno, yo conozco gente de dinero... Guillermo de la Torre.
Su padre lo interrumpe:
--No, no. La familia de La Torre no tiene una fortuna tan solida como la de los Margarit, no me serviría de nada. Tienen poco más dinero que nosotros. Debemos llegar a Emilio Margarit pero es algo imposible.
--¿porque no te acompaño yo a la empresa? A un hombre como yo nadie le niega la entrada en ningún sitio.
Padre e hijo se miran con complicidad
Axel disfruta del lujoso descapotable que Emilio ha comprado para Axel. A Emilio le gusta poder hacer estos regalos a su amado. Consentirlo. Le gusta verlo disfrutar del auto. Llegan a la empresa. Justo en frente se encuentran con un joven con un puesto de comida rápida.
--¿no quieren algo?
Axel pasa de él
--¡¡no, no¡
Aunque es duro con él, la impresionante belleza de Axel cautiva al guapo vendedor . Emilio sonrie al hombre. Reconoce esa forma de mirar a Axel. Él lo mira igual. Le sabe mal que Axel no le haga caso así que él le compra una empanada.
--muchas gracias, ya verá que rica--dice el joven sin dejar de mirar a Axel.
Axel está en la puerta.
--¡¡venga, Emilio¡
Emilio junto al puesto de comida.
--no tenemos tanta prisa.
Axel está muy nervioso. Presiente que en esa empresa le esperan grandes cosas y tiene muchas ganas de comenzar.
--¡¡que fastidio¡¡ --dice mirando a Emilio-- ¡¡venga, hermano¡¡
El vendedor está fascinado por Axel aunque se muestra antipatico:
--¿es tu hermano? --le pregunta.
Emilio mira a Axel, suspira enamorado y dice:
--como si lo fuera.
--¿le pongo una empanada para él?
Los dos miran a Axel.
--¡¡ni se les ocurra¡¡ --Axel
--mejor no --dice Emilio pagando.
--bueno... pues otro día... --el vendedor fascinado.
Emilio se acerca a Axel.
--¡¡ya era hora¡¡
--sólo ha sido un momento.
--no sé para que te has tenido que entretener a comprar eso ¿te crees que el dueño puede entrar así?
--Ya para, no seas antipático.
Axel está detrás de Emilio y le va dando pequeños empujones para que pase en seguida. El vendedor suspira enamorado.
--eso sí es un hombre. Es tan guapo que no parece de verdad.
La entristece la frialdad de él:
--venga Luis, un hombre como ese jamás se fijaría en ti --se dice con tristeza
Axel y su imponente presencia causan sensación. El guapisimo hombre se siente un Dios. Parece el dueño del mundo y Emilio su criado. El abogado de la empresa y el secretario lo reciben en presidencia. El secretario desnuda con la mirada a Axel.
--¿Y ese bombón? él es Emilio Margarit.¿verdad? Claro, es que un hombre tan rico tendría que ser así de guapo.
--No. Emilio Margarit es el de las gafas. El otro no se quien es.
El secretario mira a Emilio con desprecio:
-¿eso es el dueño de todo?
Emilio se acerca a su abogado:
--Don Cosme, Adrián. Les presento a mi primo Axel Margarit. Desde hoy es el presidente de todo esto.
El abogado está muy sorprendido:
--¿como que su primo? Yo no tenia idea y eso que he sido desde hace tiempo el abogado de la familia y antes lo fue mi padre y hasta donde sabíamos no tenías familia.
--Pues ya ve, no lo sabía todo.
--bueno pues habrá que hablar con los otros ejecutivos de la empresa. No sé si estarán de acuerdo en...
--¡¡Yo soy el dueño de todo y no hay que hablar de nada, sólo hay que decirle a quien ocupaba el cargo provisional de Presidente que desde hoy es sólo el vicepresidente¡¡
--pero a mi no me parece que sean las formas.
Axel comienza a actuar como el dueño:
--esta empresa es de la familia Margarit y por lo tanto mientras Emilio no ejerza de presidente lo haré yo¿algún problema?
El abogado acepta molesto, Adrián está encantando de su jefe. Axel se acerca a Emilio:
--eso estuvo bien ¿no? --le dice al oido.
Emilio le sonrie.
--está bien. Necesitaré sus papeles para empezar a tramitar la toma de posesión. --abogado.
Axel se siente poderoso, se está empezando a sentir seguro:
--mis papeles ya los entregará mi primo en unos días, de momento quiero ver mi despacho.
Aunque el abogado no deja de decir que eso es muy irregular, Axel y Emilio irrumpen en el despacho del Presidente.
--me siento como nunca, debe ser el hechizo funcionó--Axel.
.--¿¿que significa esto, Cosme?¿¿que hace esta chusma aquí?¡¡ --Presidente.
David, el presidente, mira con desprecio a Emilio, Axel le gusta pero por haberlo interrumpido no lo trata bien.
--¡¡se me van¡¡
Cosme está con ellos. Se pone al lado de David. Entre los dos hay mucha confianza:
--Ellos son Emilio y Axel --Axel sonríe con aires de triunfo-- Margarit. El dueño uno y el otro el nuevo presidente de la empresa.
Axel mira a ese hombre y le dice:
--cuando pueda me desocupa mi despacho.
David está furioso.
--¡¡No pueden echarme ¡¡yo he dado mi vida por esta empresa¡¡
--claro que no. No lo voy a echar. Yo espero que usted ayude al nuevo presidente--dice Emilio con temor pero queriendo dar su lugar a su amigo.
--¿quiere que sea su secretario?¡ --dice David con ganas de comerse a los dos.
--vicepresidente que es el cargo que ocupaba --dice Emilio con susto-- yo valoro su trabajo pero se le dijo que el cargo de presidente era provisional.
David y Cosme se van furiosos. Axel se sienta en su butaca para disfrutar de su nueva posición:
--Esta gente me va a odiar espero que no les dé por tirarme un vaso de agua.
Adrián no tarda en darles un aviso:
--el señor Delafuente y su hijo quieren hablar con el presidente
--¿y esos quienes son? --Axel.
--el señor delafuente era amigo del padre del señor Emilio. --Adrián.
--¿¿que hacemos? --Axel a Emilio.
Ninguno de los dos sabe que hacer. No sospechan que Raúl es el hombre que acompaña al señor Delafuente.
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