sábado, 14 de noviembre de 2020

Capítulo 1






Marcos y Emilio son dos amigos tan feos como torpes. Llevan gafas, caminan tropezándose, van con la cabeza agachada. Una mala postura que a ambos les ha provocado que sean jorobados. Salen de una gran mansión. Se dirigen a un lujoso hotel donde los espera un guapo modelo que hace la delicia de los dos amigos feos. Se van juntos a la habitación. Los feos comparten a ese guapo. Comparten su rabo. Aunque el modelo es muy guapo Emilio disfruta por estar al lado de su amigo. Disfruta al estar los dos chupando esa verga. El jadeante aliento de Marcos lo embriaga. Sus lenguas se chocan constantemente. Sus bocas se rozan. Es cuando tiene más cerca esa boca que tanto desea. Ese momento es el que más disfruta. Con esa boca y esa lengua tocando la suya. Con ese aliento en su cara. Luego es el modelo el que se la chupa a los chicos que se miran con complicidad. Marcos ve un hermano en Emilio y cree que Emilio lo ve de la misma manera. Emilio quisiera que Marcos lo penetrara pero es algo que no se atreve a plantear. A Marcos le gustan los guapos y nunca se fijaría en alguien como Emilio. Al que además conoce desde niño y siente su hermano. Emilio es sólo pasivo. Se la mete el modelo mientras Marcos disfruta clavándose  en el enorme y apetitoso culo del modelo. A Emilio le excita mucho que el cuerpo de su amigo toque el suyo. Marcos está disfrutando demasiado como para estar pendiente de su amigo. Luego es el modelo quien penetra salvajemente a Marcos mientras  Emilio se queda mirando con amor, deseo y frustración como un guapo está  cogiendo al hombre que él ama. Le gusta masturbarse mirándolos. Le excita masturbarse ante Marcos pero Marcos va a lo suyo y le da igual. Lo ve algo normal. Parte del juego. Emilio paga una fuerte cantidad de dinero al modelo que se va dejando solos  a los dos feos. Marcos se queda desnudo en la cama con una sonrisa de felicidad.

--wow, ha sido increíble ¿no?

Marcos  jadea y resopla. Por la cara de felicidad que tiene Emilio,  Marcos nunca imaginaria que a su amigo le sobra el guapo, que lo que quiere es estar a solas con él.

--nunca tendré palabras para agradecerte lo que haces por mí. Si no fuera por ti aún sería virgen. Es que los feos nos tenemos que conformar con feos y yo no quiero coger con un feo. Para feo yo.

--tranquilo. Yo tengo mis necesidades. No me molesta compartir al chico contigo. Desde niños lo hemos compartido todo y no te doy la mitad de lo que tengo porque tu vieja no quiere.

Marcos se levanta y lo abraza. Bien abrazado. Los dos desnudos. Emilio muere de amor y deseo.

--tú eres el hermano que nunca tuve. Siempre lo compartiste todo conmigo. Yo soy el hijo de la cocinera y tú el dueño pero me has hecho sentir siempre tu hermano.

Y de nuevo Marcos  lo abraza muy efusivo y Emilio se muere de amor. Marcos no imagina que Emilio lo ama en secreto y nunca se acostaría con nadie sino está él, que todo esto lo monta para estar desnudo junto a él, porque desea hacer el amor con él y eso es lo más cerca que puede estar de lograr su sueño. Marcos se pone los calzoncillos. Y a Emilio le excita mucho ver como se viste su amigo a pesar que ni está bien dotado ni tiene un cuerpo bonito. Marcos se le rie.

--¿qué cara?¿aún pensando en el buenorro que nos hemos cogido?

Marcos se sube el boxers. Riendo dice:

--Macho, si no fuera tan feo y no tuviera un cacahuete en vez de un rabo creería que te gusto, que  estás enamorado de mi.

Y Emilio se queda pálido. Marcos se sube los pantalones. Se tropieza y se cae. Se ríe  de sí mismo.

--tranquilo. Era broma. Sé que me ves como un hermano al igual que yo.  Somos dos mostruitos. Nunca nadie se fijaría en nosotros.  Somos tan feos que ni yo me fijaría en ti ni tú en mí. Ni que fuéramos tontos. Ni por muy desesperado que estuviéramos.


Marcos ríe. Emilio nunca mira a los ojos a su amigo y es que a pesar de ser feo, a Emilio Marcos le parece un chico muy especial. Emilio jamás se ha atrevido a confesar sus sentimientos a su amigo por miedo a que cambie su actitud con él. Salen los dos juntos del hotel.

 Caminan por el distrito más lujoso de la ciudad. Todos se ríen de ellos, les tiran bolas de papel. Siempre están juntos. Marcos es muy cariñoso con Emilio, Emilio casi cae, algo que no es muy raro y Marcos lo sostiene. Emilio es muy afeminado. Marcos se ve más varonil. Emilio se muere de ganas de besar esa boca.

--¿estás bien, hermano?

--si claro..

Unos chicos se burlan de los cariñosos que son. Son tres y más fuertes que ellos, que no es muy difícil.. Los empujan y los tira al piso.






--¡¡aquí no queremos maricones y menos si son unos gusanos como vosotros¡¡ --les dicen.

Emilio y Marcos están asustados y no se mueven del piso. Uno de ellos agarra del cuello a Marcos que no se atreve a decir nada.

--¡¡tú eres un mugroso y no te queremos aquí ... almenos ese --señalan a Emilio-- aunque feo y maricón heredó una gran fortuna de su familia pero tú no eres más que un criado que se acuesta con su patrón.

Sin levantar la voz y mucho menos la mirada, Marcos dice muerto del susto:

--eso no es verdad.

El que lo tiene agarrado lo agarra aún con más fuerza:

--¿¡¡¡que has dicho?¡¡¿que has dicho?

Marcos tiene miedo y no dice nada. Aunque también se muere del susto, Emilio se levanta y da la cara por su amigo:

--dejenlo...

Los chicos se ríen. El que parece el lider, Guillermo, tira al piso a Marcos y  agarra del cuello a Emilio:

--Mira basura, que bueno que tus padres murieron que eras un niño sin saber que eres un enfermo, una loca ¡¡yo te voy a enseñar a quien debes respetar¡¡

Guillermo da un puñetazo a Emilio que cae a los pies de Marcos. Éste asustado no sabe qué hacer y mientras los tres chicos se pone alrededor de Emilio y le empiezan a dar patados. Medio cayéndose por el susto, Marcos huye del lugar. Va a avisar a los vigilantes de la mansión de Emilio. Todos ellos salen y entonces los chicos capitaneados por Guillermo se retiran. Son perseguidos por los empleados de Emilio mientras que Marcos ayuda a levantar a su amigo:

--no debiste decir nada, mira como te dejaron y yo no te pude defender.

--no tienes qué hacerlo.

--sé que soy un cobarde pero es que me asusté y no sabía que hacer.

--pediste ayuda -Emilio.

--era lo mínimo que podía hacer.

Emilio se abraza a él por los hombros y nada más le importa. Es feliz en brazos de su amado.

--siempre me apoyas, Marcos.

--pero si no hago nada y tú me lo das todo a pesar que sólo soy el hijo de la cocinera.

--tú sabes que para mi eres más que eso.

aunque no es así como lo ve Emilio sí quiere que sepa lo importante que es para él sin descubrir sus sentimientos.

--eres el hermano que nunca tuve.

--para mi también.

Marcos lo abraza y Emilio siente bien rico ese abrazo. Tiembla de deseo. Se aparta de Marcos porque no le interesa en ese momento que su amigo descubra que le gusta.

--¿que te pasa? ¿desde cuando te molestan mis abrazos?

--no es que me molesten, pero es que ¿no te preocupa que la gente crea que eres mi amante? Así nunca un hombre se va a interesar en ti.

--¿con esta cara y este cuerpo? tú sabes que todo el mundo sólo se ríe de mi. En fin, nos tendremos que resignar que que crean que somos novios.

Marcos se ríe pero Emilio suspira. Le gustaría mucho que eso fuera una realidad.





De repente oyen un ruido de una moto, aparece una moto de las más potentes. Pasa cerca de la calzada, sobre un charco y salpica de barro a los dos amigos. El motero se para, se saca el casco. Marcos lo mira impresionado. Es un hombre impresionante que lo ha dejado cautivado. Emilio se da cuenta y aunque siente celos sabe que Marcos nunca se fijaría en él. El motero mira con desprecio a los dos chicos y les dice:

--¡¡imbéciles¡¡quitense de mi camino¡¡

El guapísimo motorista se vuelve a poner el casco y desaparece. Marcos se la ha quedado mirando impresionado. Emilio le pasa la manos por la cara porque se ha quedado casi en shock.

--¿hey?¿te pasa algo?

Marcos sigue embobado pensando en el guapo de la moto. Emilio lo zarandea:

--¡¡hey tio ¿que pasa?¡¡

Marcos resopla excitado, se muerde el puño:

--¡¡que hombre¡papacito rico¡¡¡¡Uno así me gustaría para toda la vida¡¡

--venga, hermano. Deja de soñar. Los hombres como ese son muy superficiales.

--si ya sé --dice Marcos un poco triste-- antes se iría contigo porque almenos tú tienes plata.

--¿crees que sólo alguien se puede fijar en mi por el dinero? --pregunta Emilio triste.

--No, no... no te quería ofender pero es que almenos eso a muchas personas les gusta..Yo es que a parte de feo no tengo en que caerme muerto. Pero tú sabes que es así. Tú y yo sólo podemos tener a un guapo pagando y ese motero tiene plata. No es cómo los modelos que contratas para divertirnos. Sólo alguien con mucha plata puede aspirar a un macho como el de la moto.

--tú sabes que para mi eres mi hermano, lo tuyo es mio, puedes disponer de todo mi dinero.

--tú sabes que a mi vieja no le gusta, ya bastante le ha costado aceptar que me pagaras los estudios y que duerma en la habitación de al lado a la tuya cuando ella sigue empeñada en dormir con el servicio.

Los interrumpe los empleados de Emilio:

--se dieron a la fuga pero reconocimos a uno de ellos a Guillermo de la Torre... podemos denunciarlo.

--No, ya está bien. Gracias, se pueden ir. --Emilio.

--Yo creo que sí lo deberías denunciar. No puede ser que todo el mundo se crea con derecho de humillarnos -Marcos.

--bueno si tú quieres por ti los denunciamos pero yo prefiero dejar las cosas así.

--está bien.

Los empleados le preguntan a Emilio se necesita algo, si lo tienen que curar pero Emilio no quiere regresar a la mansión, quiere estar de nuevo solo con Marcos y los manda retirarse. Mira sonriendo a Marcos, le duele ver a su amigo ausente y es que sólo piensa en el motero.

--tal vez si te cambias un poco el look esa chico se fije en ti...

--Tú y yo no tenemos arreglo. ¡¡mira mi cuerpo¡¡soy casi un monstruo¡¡tengo un cuerpo horrible¡¡¡es que estoy seguro que ni que me gastara todo tu dinero en una cirugia me vería un hombre guapo, un hombre que le pueda gustar a ese pedazo de macho.

--no digas eso, lo más importante es que tienes buen corazón.

--¡¡sí pero a un hombre como ese no se le llega con buen corazon¡¡¿¡quien debe ser?¿a quien debe venir a ver?

Emilio nunca había visto a su amigo tan interesado por un hombre y le gustaría poder ayudarlo aunque no sabe cómo.. Marcos ha quedado tan impresionado por ese hombre que ha visto que de repente dice:

--oye ¿y no habrá en ese libro de tu abuela algo que me pueda ayudar?  A mi me fascinaba ver como ante mí preparaba esas pociones y decía que se podía conseguir todo. A lo mejor puedo conseguir el amor de ese papito¡¡¿¿como no se me había ocurrido antes?¡

--¿estás hablando de brujerá? tú sabes que yo no creo en esas cosas y me da miedo.

--yo me acuerdo que de niño tu abuela nos dijo que mi destino y el tuyo estaban en ese libro ¿aún lo tienes en la hacienda? No está muy lejos¿porque no vamos?




Marcos siempre logra que Emilio le haga hacer lo que él quiera. En un lujoso coche conducido por Marcos llegan a una finca. Entran en el lugar en el que la abuela de Emilio hacia sus pocimas. Los dos sienten un extraño escalofrio al estar en ese lugar.

--da miedo. Desde que murió mi abuela nunca pensé volver a entrar... está igual.

--si pero con más polvo. -dice Marcos algo asustado.

El libro domina la habitación en un atril.

--venga... a ver si encuentras algo.

De repente y a pesar que no hace viento las páginas se pasan solas. Los dos amigos están muy asustados. Miran el movimiento de las hojas abrazados. Cuando ya se para ninguno de los dos se atreve a hacer nada.

--¡¡venga, ves tú¡¡a ver que pasa¡¡ --dice Marcos empujandolo hacia el libro.

--no... yo no.

--es tu abuela.

--vamos juntos.

Finalmente van los dos y leen la pagina en la que se ha quedado el libro: el hombre de agua. Los dos leen algo nerviosos: "Este hechizo es de por vida y no se puede deshacer, igualmente sólo puede usarse una vez.  El hombre que lea estas lineas frente a un lago se convertirá en el hombre que siempre deseó ser. Debe ser un lago que esté cerca porque cada vez que el hombre se moje volverá a ser el de antes hasta que vuelva al mismo lago.." Los dos amigos se miran sorprendidos.

--¡¡esto es lo que queriamos¡¡

Marcos arranca la pagina.

--¿¿qué haces? --Emilio.

--a probar si es verdad, vamos al lago que hay aquí.

--Esto es una locura.

Marcos se va muy deprisa y Emilio con él. Llegan frente al lago. Marcos, aunque se muere de ganas de ser él quien haga el hechizo, le pasa la página a su amigo:

--venga es tu oportunidad de tener a quien tu quieras.

Emilio no lo duda:

--No, hazlo tú... así podrás hacer tuyo al motero.

--venga, que es tu oportunidad. Es el libro de tu abuela. Es para ti.

Emilio lo mira enamorado:

--y la tuya, quiero que lo pruebes tú. La idea ha sido tuya.

--pero es que si funciona no volverás a tener otra oportunidad de transformarte.

--a mi estás cosas me dan miedo, si no lo haces tú no lo hacemos.

--¿pero y si te arrepientes?

--si tú eres feliz, no me arrepentiré, adelante.

Marcos está feliz. Lee la hoja para saber lo que tiene que hacer. Emilio se aparta un poco asustado mientras Marcos se desnuda. Emilio, a pesar del miedo, mira con deseo a su amigo. Aunque no tiene buen cuerpo le gusta verlo desnudo. Marcos mira al agua. Imagina con fuerzas como le gustaría ser. Cierra los ojos:

--que el agua domine mi cuerpo y me transforme en el hombre que yo quiero ser.

Después de lanza al agua. Se ve un gran reesplandor y del agua aparece un hombre bellísimo y desnudo... 





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