--ve ... es tu libro. A ver que dice. --Marcos.
Los dos amigos tienen aún cierto miedo.
--¡¡no, no... tú has comenzado todo esto. El libro se ha movido porqué tú has hablado¡¡ --Emilio.
--¡ni que ese libro estuviera vivo¡
--No sé... no sé... ¡¡esto es de locos¡¡ --Emilio muy nervioso.
--Ven, vamos juntos.--Marcos.
Sigilosamente los dos amigos van al libro. En una pagina hay un texto y en la otra el dibujo de un hombre:
--¡¡este hombre se parece a mi motero¡¡este libro es fantástico¡¡ --Marcos feliz.
Emilio está nervioso por todo lo que está sucediendo y porque aún no se acostumbra a estar al lado de un hombre tan impresionantemente guapisimo. Marcos es el que lee el hechizo: llamamiento para que la persona deseada deje de hacer lo que esté haciendo y aparezca donde yo vaya.
Marcos mira a Emilio:
--a lo mejor tienes que decirlo tú para que sirva... no sé... la bruja era tu abuela.
--¡¡no te pases con mi abuela¡¡
--no si no lo digo por mala onda, yo quería mucho a tu abuela pero evidentemente tu abuela tenía podemos extranormales y yo soy la prueba.
Emilio, aún perplejo lo mira, y dice:
--eso sí.
Marcos sonríe feliz:
--y a mi me encanta eso de que mi mejor amigo sea el nieto de una...
Se calla porque iba a decir bruja y dice solamente:
--brujita.
Lee el texto y dice:
--¡¡como me gusta todo esto. A lo mejor tú eres tambien un brujo y tienes que descubrir tus poderes¡¡Solo tienes que descubrirlo¡¡
Muy nervioso Emilio cierra el libro:
--¡¡pues jamás lo descubriré¡¡
El libro vuelve a abrirse solo y en la misma página.
--¡¡nunca debimos venir aquí¡¡
--Yo no opino igual --dice Marcos.
Emilio lo mira de reojo y suspira enamorado:
--y en el fondo yo tampoco pienso eso --dice para sí.
--bueno, vamos a hacer esto... --Marcos.
--Yo creo que si funcionó lo de convertirte en un macizo tio bueno...
Emilio se calla avergonzado porque se ha descubierto. Marcos sonríe y con ironia le dice:
--vaya, nunca pensé que opinaras eso de mi... si no fuera porque eres mi hermano creería que te gusto.
Emilio tiembla y fuerza una sonrisa. Marcos se ríe. No cree eso y lee lo que dice a continuación:
--Tengo que cerrar los ojos, pensar en él y leer eso.
Marcos se memoriza la frase, cierra los ojos piensa en el motero y dice:
--Desaparece de tu entorno y aparece en el mío
El motero está en la cama con Guillermo, uno de los hombres que agradieron a Emilio y Marcos. Los dos están apunto de una buena fornicación.
--¡¡me vuelves loco, Raúl, no sabes que ganas tenía¡¡desde que te vi por primera vez desea tenerte desnudo en mis brazos¡¡
Raúl es muy coqueto con él:
--pues al fin es nuestro día. Tendrás lo que siempre has deseado.
Guillermo debora el rabo del otro. Jadea. Entre chupada y chupada dice jadeando;
--y tú también... yo sé que tú también es esto lo que querías.
De repente todo se para.
--¿¿que te pasa? --jadea Guillermo.
--¡¡no, déjame ¡¡
--¡estás loco, me tienes que dar lo que me prometiste¡¡
Raúl golpea a Guillermo.
--¡¡te he dicho que no y cuando digo no es no¡¡
Raúl se levanta totalmente desnudo y se empieza a vestir. Guillermo queda en la cama muy sofocado y alterado.
--¡¡no me puedes hacer esto¡¡¡llevas días calentándome y ahora no me puedes dejar así¡¡¡¿¿que es lo que te pasa?
--¡¡no tengo ganas y punto¡¡ya otro día si me apetece¡¡
Guillermo, totalmente armado, se levanta. Agarra al hombre del brazo:
--¡¡de mi no te vas a reir¡¡¡ahora mismo me das lo que me has prometido o no responde¡¡
Guillermo trata de besarlo a la fuerza y Raúl se resiste:
--¡¡te digo que no, me tengo que ir...tengo prisa¡¡
--¿¿donde tienes que ir?
Raúl está confundido:
--¡¡no lo sé, no lo sé¡
Guillermo se desespera:
--¡¡tú eres un calienta...¡
El hombre no puede acabar la frase porque Raúl lo golpea:
--¡¡tú eres un imbécil¡¡
Raúl agarra su ropa y se va a medio vestir. Guillermo se queda furioso:
--¡¡esto no se va a quedar así, tú vas a ser mío¡¡cueste lo que cueste¡¡
De nuevo en la hacienda de Emilio, se ha hecho un gran silencio entre los dos amigos. Emilio mira a Marcos fascinado:
--¿y como sabremos si funciona?
Emilio mira el libro y dice:
--pues aqui dice que hay que actuar con normalidad, que el hechizo sólo funcionará si hacemos lo que se tenia pensado.
Marcos está muy contento:
--¿me llevas de compras?
--si claro.
Marcos pasa su brazo por los hombros a Emilio y se van juntos. Emilio siente que no puede más, estar en contacto con el guapo Marcos lo está matando de deseo. En el camino, Emilio dice a su amigo:
--tienes que pensar en un nombre. No te puedes presentar como Marcos. Se supone que sois dos personas diferentes.
--¿tú crees?
Emilio lo mira y dice:
--te puedes llamar Axel.
--¿Axel?¿porque?
--tienes cara de Axel... es muy varonil. Muy hombre, muy como tú.
--Axel, me gusta. Recuerda a perfume de macho y ahora que me acuerdo... me tengo que comprar uno que huela a macho.
--a ti no te hace falta --Emilio excitado.
--pero es que eso le gusta a los hombres como mi motero y tengo que estar perfecto.... a no ser que a ti te importa. Tampoco me gustaria abusar de ti.
--claro que no, tú sabes que tengo dinero para eso y para más. Vamos a comprar ropa, perfumes, un celular nuevo. Todo lo que quieras.
Marcos le sonríe para agradecerle su ayuda.
Van a una tienda muy exclusiva. Marcos se siente como un niño comprando juguetes y Emilio feliz de verlo tan contento. Sale ya de la tienda con ropa nueva y cargado de paquetes que llevan entre los dos. Ser guapo ha cambiado el punto de vista a Marcos, pisa con paso firme, mira hacia delante, se siente seguro. Ve que todo el mundo lo mira, él coquetea con todos. Le gusta sentirse deseado.
--¡¡esto es fantastico¡¡
Emilio está un poco en la sombra pero se siente feliz de estar ayudando a su amigo a lograr lo que siempre ha querido. De repente oyen una voz:
--¿y tú quien eres, guapo?
Marcos tiembla no se lo puede creer. Delante de él está Raúl, su motero, devorándolo con los ojos.
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