miércoles, 18 de noviembre de 2020

capitulo 21

 






Raúl habla con mucha seguridad y ya ha decidido el auto que quiere que le regale Axel. Le muestra la revista a su padre.

--es muy costoso, hijo.

Los ojos del hombre  brillan de ambición:

--es el más caro pero ¿¿es que yo no lo merezco?

--claro que sí, hijo. Tú te mereces lo mejor. La cosa es si él te lo va a querer dar.

--claro que sí. Axel come de mi mano. Yo me voy a casar con él.

--tienes que ser muy cuidadoso. Nos conviene que esa boda sea ya pero recién os conoceis. No lo presiones o va a sospechar algo.. Si él ve mucho interés en ti puede sospechar.

Con mucho desprecio el motero dice:

--Axel está loco por mi, se muere por casarse conmigo. Yo estoy seguro que si mañana mismo le propongo matrimonio él me dice que sí y este fin de semana nos casamos.

--hijo, no apresures las cosas.

--¡¡que no, que yo este fin de semana me caso con Axel o dejo de llamarme Raúl Delafuente¡¡

El padre sonríe:

--bueno, sí estás tan seguro es porque todo va muy bien. Me imagino que tú has sido muy cariñoso con él y lo tienes loco.

Raúl fuerza una sonrisa. Recuerda con cierto temor como lo despreció y cómo se fue él:

--él me desea --dice para sí-- soy demasiado hombre para él por muy guapo que esté. No me va a rechazar ¡¡claro que no¡¡ A la que yo le diga ven, él cae a mis pies ¡¡no me va a rechazar, no me va a rechazar¡¡

El padre nota preocupación en los ojos de su hijo:

--¿pasa algo? ¿las cosas no van tan bien como dices?

--no, ¿porqué?

--hijo, esto no es muy serio. Los inversionistas me están presionando, ya no voy a poder fingir más. En poco tiempo más nuestro nombre estará por el lodo. Tendremos que dejar esta casa y nos quedaremos en la calle.

Raúl se levanta y sentencia:

--¡¡no, yo siempre he vivido en esta casa¡¡no me pienso mover de aquí¡¡

El padre acaricia a su hijo con cariño:

--me da pena que te tengas que vender, pero Axel es muy guapo. Yo sé que te hará feliz. Por eso no debes dejar escapar esa oportunidad. Te tienes que casar con él. Si no es este fin de semana no importa, ve despacio pero tienes que conseguir que él nos ayude.

--¡¡la semana que viene estarás respaldado con toda su fortuna¡¡eso te lo juro yo¡¡Me voy a casar con Axel en los próximos días¡


David está en su despacho, brinda por su éxito. Ríe pensando en la cara que puso Axel cuando se hizo el indiferente.

--¡¡come de mi mano¡pobre tonto¡¡¡Voy a ser su esposo, me voy a casar con él y muy pronto¡¡




Axel llega a casa muy abatido. En el auto lleva un chandal y aunque le cuesta se cambia con dificultad dentro del vehiculo. Sale del coche procurando que nadie lo vea:

--a ver con que me puedo mojar antes que mi vieja me vea. --dice mientras va entrando.

Confía en que su madre esté en la cocina:

--Marcos, mi vida, ¿eres tú? --grita Providencia.

--¡¡que mala suerte¡¡ --susurra él.

Providencia está muy cerca.

--¿¿Marcos, eres tu,  mijo?

La mujer se va acercando. Axel está muy nervioso:

--¿¿y ahora qué hago?¿qué le digo a mi vieja? es mejor mantenerla lejos de todo esto.

Providencia está a punto de descubrir a Axel. De pronto el guapísimo Axel ve algo que le puede ir bien:

--¡¡salvado¡¡

Toma un jarrón de flores y se echa el agua encima. Justo en el momento en el que Providencia se encuentra cara a cara con Axel un resplandor le impide ver como un hombre muy guapo se convierte en su feíto hijo. Providencia queda un poco impactada por toda esa luz que no sabe de donde ha venido pero de pronto ve a su hjo Marcos con la cabeza mojada y con un jarrón vacio en las manos y las flores en la otra. 

-¿hijo?¿que haces con esas flores?

Marcos fuerza una sonrisa:

--tenia calor.

Providencia no da crédito a lo que ve.


David está en su oficina riendo como un loco seguro que su plan con Axel funcionará:

--¡¡muy pronto todo esto será mio¡¡MIO¡

Entra Cosme:

--¿porqué tan contento?¿qué planeas?

David no quiere que él descubra sus deseos de casarse con Axel, además le atrae mucho y tiene ganas de divertirse. También es la mejor forma de callarlo. Cierra la puerta y lo mira muy provocador:

--¡¡me tienes loco¡¡ --dice David mientras lo debora.

Luego lo tira a la mesa con violencia mientras deja libre sus más bajos instintos..




Providencia saca el jarrón de manos de su hijo. Está muy sorprendida al ver que no hay agua:

--¿que haces, hijo?

Marcos no se mueve. No dice nada. La cocinera sigue hablando:

--¿te has tirado el agua encima?

Marcos sonríe con timidez. Providencia le saca las flores.

--¿¿cómo haces estas cosas tan raras? y bueno menos mal que hoy no vienes vestido de payaso con esa ropa tan fina que te queda tan mal¡¡

Marcos iba a pasar de largo:

--¿¡donde vas, hijo? ya la cena está lista.

--voy a hablar con Emilio, luego bajamos los dos.

--¿¿que se traen los dos? ¡¡a mi no se me quita de la cabeza que ustedes traman algo?

--¡¡no es nada, vieja¡¡

Marcos se va muy deprisa. Providencia se queda preocupada:

--yo ese cuento que mi hijo quiere trabajar en una telenovela no me lo trago. Es un trozo de pan pero no da el tipo ¿que será lo que se traen esos dos? Yo sé que el niño Emilio no dejaría que le pasara nada malo a mi niño pero no puede evitar sentirme preocupada.


Marcos está en el cuarto de Emilio. Él le da una toalla y mientras Marcos se seca con la toalla Emilio lo mira con cariño. Rie.

--¿y a ti que te pasa? --Marcos.

--es que me imagino la cara de tu madre al ver que te has tirado el agua del jarrón encima ¡habrá pensando que estabas loco¡¡¡¿¿es que sólo a ti se te ocurre hacer una tontería así¡¡

--¡¡es que no quería que mi madre me viera como Axel¡¡

--yo ya le hablé de mi primo, de hecho si no conoce pronto a Axel me va a preguntar por él.

--es que yo no me veo como Axel y fingiendo que no conozco a mi vieja. No la quiere engañar tanto.

--está bien¿y cómo te fue el día?

Marcos se tumba en la cama:

--pues no sé si decirte que bien o mal.

Emilio se sienta a su lado.

--me acosté con dos hombres ¡¡es que no puedo creer que me haya pasado esto¡¡por un lado es tan fantástico y por otro lado ¡¡me duele tanto que Raúl me desprecie¡¡pero yo le voy a demostrar que otros hombres se vuelven locos por mi¡¡que no lo necesito¡¡

Emilio por un lado siente celos y del otro es feliz viendo a su amado triunfar. Lo que más desea es su felicidad.

--Así se habla, cualquiera se enamoraria de Axel.

--¿hasta tú? --pregunta Marcos preocupado.

--¡¡no hablemos de eso¡¡--incómodo.

--está bien, perdona. Sabes, es algo que no me quito de la cabeza. Es sobre David, el vicepresidente.

--¡que hombre tan desagradable!

--o era manias mias o me buscaba fiesta.

--¡No puede ser!

--pues no sé, me pareció.

--David es una hombre que no me da confianza, mejor no te metas con él

--pero es muy guapo. Ideal para que Raúl sienta celos.

--¿y porque no Luis?

--¿¿¡estás loco?¡¡ Definitivamente David me ayudará, no le puedo dar celos a un monumento como Raúl con un tipo como Luis. Se va a reir de mi, pensará que soy bobo. El hombre tiene que ser David.

los amigos hablan durante un buen rato, hasta que Providencia protesta y bajan los dos bien divertidos a cenar.


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