martes, 17 de noviembre de 2020

capitulo 4

 




Raúl ha quedado totalmente seducido por la belleza de Marcos.

--¿y donde has salido tú? Un hombre tan guapo no puede ser real.

Marcos se pone nervioso a pesar de parecer diferente sigue siendo el mismo. Se siente muy inseguro delante de ese hombre tan guapísimo. Raúl es muy descarado, Marcos no se esperaba que todo fuera tan fácil. Está gratamente sorprendido. Raúl acaricia el pecho de él, hasta meta la mano bajo la camisa. Marcos traga saliva, jamás pensó que un hombre lo miraría con tanto deseo. Raúl lo desea, lo desea como jamás había deseado a ningún otro hombre.

--¡¡vaya, vaya sí que eres de verdad y que fuerte¡¡y es que eres perfecto. Eres el hombre que siempre soñé y jamás vi, ya pensaba que no existias¡¡

A Marcos la voz le sale entrecortada por los nervios:

--pues ya ves que sí.  Yo soy Ma...

Marcos iba a decir su verdadero nombre pero Emilio le da una patada con disimulo:

--Axel... soy Axel. ¿y tú?

--Axel, un nombre perfecto  para un hombre perfecto. ¿y dónde te habías metido antes? Jamás nos vimos. Si te hubiera visto antes me acordaría.

--si, bueno... soy de fuera.

Raúl no deja de tocar a Marcos, sus cuerpos están muy cerca. Marcos tiembla y es que su mayor sueño era tener así tan cerca a ese hombre. Los dos amigos se miran con complicidad:

--Me muero por conocerte ¿no me invitas a tomar algo?

--si claro, a lo que tu quieras.

Raúl se pega a él:

--ven, vamos.

Marcos está muy nervioso, mira a Emilio. Raúl mira a Emilio con desprecio:

--¿es tu criado, verdad?

Marcos en seguida va a decir que no pero Emilio dice:

--si, sí.

Raúl agarra las bolsas que tiene Marcos y se las pone a Emilio encima de una caja que lleva. El pobre va muy cargado. Casi no puede caminar. Se balancea. Raúl se agarra a Marcos:

--ven, vamos.

Marcos se queda parado viendo a Emilio.

--¿que pasa, no me invitas a comer? --Raúl.

Marcos es lo que desea pero le da pena por Emilio y además le preocupa que no tiene plata. 

--es que tenía unos pendientes.

Raúl devora a Marcos con los ojos, a Marcos esa mirada le pone nervioso. Es demasiado descarada y penetratante. 

--no me hagas esto --dice Raúl agarrando al guapisimo hombre por el cuello-- yo es que me muero por conocerte y cuando yo quiero estar con un hombre no soporto que me digan que no. La vamos a pasar bien rico. No me vas a rechazar ¿verdad?

Marcos traga saliva, ese hombre es demasiado directo y Marcos no cree que eso pueda ser cierto. Piensa que tal vez todo es producto de su imaginación y que en cualquier momento todo será como antes. Ellos se han alejado un poco de Emilio que casi se cae por todos los paquetes:

--yo creo que deberías ir --Emilio.

Raúl se molesta mucho y con desprecio:

--¿¿que forma es esta de tratar a tu señor?mucamo igualado!

A Marcos le duele mucho la forma en la que el motero trata a su amigo:

--no le hablas así. Emilio y yo somos como hermanos.

Raúl no da crédito a lo que oye:

--¿¿¡¡hermanos?¡¡¡se te voló el cerebro o qué?¡¡mi amor --dice molesto-- ¡¡eres muy guapo pero pareces tonto¡¡¡no hay que dar tanta confianza a los criados¡¡

--es que él no es...

Marcos no puede continuar porque Emilio lo llama:

--¿sera que puedes venir, Axel? tenemos que hablar.

Marcos se dirige a Raúl haciendo gestos con la mano:

--¿me esperas un segundo que hablo con Emilio y aclaramos unas cosas?

Raúl no dice nada, está molesto.

--ahora vuelvo --dice Marcos haciendo gestos con la mano al hombre para que no se mueve.

Marcos se pega a Emilio.

--¿¿que es lo que estás haciendo? --susurra Emilio a Marcos.

--no puedo permitir que Raúl te trate así. El criado soy no tú.

--¿y que importa? lo que vale es que el hombre de tus sueños quiere contigo y por eso hicimos todo esto.

Aunque Marcos desea dejarse llevar, no quiere despreciar a su amigo:

--no a costa que él te humille.

Raúl no oye lo que dicen los dos amigos, se impacienta. Con mucho desprecio.

--¡¡¿qué tanto hablas con eso¡¡

Emilio sigue animando a su amigo:

--vete con ese hombre y disfruta y sé feliz que para mi no hay nada más importante que tú.

Marcos habla pegado al oido de su amigo, para nada quiere que oiga lo que va a decir:

--pero es que quiere que lo invite a comer y será un lugar muy fino y yo no tengo plata.

--ya sabes que eso no es problema, con disimulo pon la mano en el bolsillo  y agarra mi billetera. Hay plata y las tarjetas.

--de veras que eres lo máximo compadre.

--ya deja de decir babosadas y vete que el motero se está impacientando. Llévate el auto.

--¿y tú como te vas a regresar a la casa?

--yo llamo al chofer para que me venga a recoger.

Raúl se acerca a ellos:

--¿y ustedes que tanto platican?

--No, nada.

Marcos en un descuido le saca la cartera a su amigo y se acerca a Raúl:

--¿nos vamos?

--¡por fin¡ya era hora.

Los dos se van alejando. Raúl abraza a Marcos, lo devora con las manos como si lo conociera de siempre. Emilio los mira atormentado por los celos aunque en el fondo se siente feliz por él:

--ese hombre es muy afortunado. Ojalá que lo valore como él se merece y sepa ver el increible tipo que hay detrás de ese cuerpo tan espectacular.

 

Marcos mira a Raúl con devoción, está hechizado y Raúl arde por él.

--No me dijiste como te llamas --dice Marcos

--Raúl, aunque eso es lo que menos importa. Ven, tengo mi moto por acá.

--¿en moto? yo prefiero que vayamos en mi carro, te llevaré a tu restaurante favorito.

--sabes... ¿qué? vamos a mi casa.

--¿porque?¿estás enojado conmigo?

Raúl se le rie:

--vaya, tan guapo como tonto. Ya que tengo que dejar mi moto aquí. Vamos con prisa. Va.¿donde tienes el auto? Yo manejo.


Marcos está muy asustado mientras que Raúl lo lleva a su apartamento. Entran en el dormitorio . La cama frente a ellos. Raúl le arranca la camisa:

--¡¡estaba loco por tenerte¡¡me moría por ti¡¡

Raúl se iba a tirar sobre él pero Marcos se aparta asustado.

--¿¿que es lo que te pasa?

--bueno.. yo...¿no ibamos a comer?

Raúl se arrodilla ante él, 

--buena idea... a ver que tenemos aquí --dice mientras le desabrocha los pantalones.

Marcos jadea, nunca pensó sentirse así. Marcos y Raúl desnudos sobre la cama. Marcos no se mueve, goza como una bestia en celo pero no sabe qué hacer. No sabe cómo moverse con esa arma tan grande entre las piernas. Raúl se la chupa. La idea es armarlo pero a las primeras chupadas Marcos se viene en toda la boca de Raúl. Escupe con asco. Bebe agua de un vaso que hay en la mesita.

-Eres un asqueroso. Inútil.

Marcos se siente avergonzado. Tiene miedo que todo se haya podrido. Raúl está muy excitado. Es muy violento. Pone cara de salvaje.

--ahora te vas a enterar.

Raúl lo penetra violentamente, lo hace gozar. Ambos se retuercen de placer. Marcos queda en la cama extasiado, retorciéndose del placer. Con dificultad se pone de frente. Nunca había disfrutado tanto. Resopla. Sonríe. Raúl tiene ganas de más.

--venga. Ahora enséñame tú lo que sabes hacer.

Marcos se siente inseguro. No sabe cómo manejar su gigantesca arma.

--es que estoy cansado.

--a mi nadie me dice que no .

Raúl lo masturba mientras le va poniendo el condón y Marcos le cuesta mucho no venirse y es que ese hombre le gusta demasiado y está muy nervioso. Es Raúl quien se monta en Marcos que se viene al toque.

Raúl se levanta. Está muy decepcionado. 

--No pensé que fueras así, ha sido tan rápido que ni me entero. ¿De qué te sirve tenerla tan grande si no la sabes usar?

Marcos se cae de la nube en la que estaba:

--¿no te gustó?

Raúl se ríe por su inocencia:

--no pensé que..,¡eres un torpe¡¡ ni que fuera tu primera vez¡

--¿como crees?

--pues eres un desastre en la cama. Mejor sé sólo pasivo. No sirves como activo.

-- que estaba nervioso, nunca estuve con un hombre como tú.

--eso espero porque tan guapo seria una pena que fueras un fracaso en la cama... bueno... ya la proxima ¿nos duchamos? Así te doy tiempo para que te recuperes y a ver si en el segundo asalto estás más tranquilo.

Marcos se pone muy nervioso:

--¡¡no¡

--¿¿cómo que no quieres volver a estar conmigo? --dice Raúl furioso.

--No... no es eso... la ducha... ¡¡la ducha no¡¡

--¿le tienes miedo al agua? --riendo.

Marcos no dice nada pero tiene cara de pánico. Raúl se ríe. Tiene en la mesa un vaso con un poco de agua y mientras se lo tira dice:

--¡¡pues para que se te pase¡¡

A Marcos se le desencaja el rostro de horror que todo el pecho de le moja de agua.








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