viernes, 20 de noviembre de 2020

Capitulo 47

   



 

Axel llega a la casa.

--¡¡Raúl¡¡

Lo busca por toda la casa.

--¡¡Será que aún está enfadado conmigo?? ¿¿Dónde se metió?

El guapísimo recuerda todos los desprecios de ese hombre que tanto ama a Marcos:

--soy yo el único que debería estar molesto y en realidad lo amo más que nunca pero tal vez Raúl tenga razón. Soy un tonto.

Busca algún empleado para que le digan algo de su esposo:

--¡¡Raúl tiene razón, debí contratar más sirvientes. Cuando se les necesita nunca esta¡¡

Tarda en encontrar una de las mucamas:

--¡¡por fin…¿y mi esposo?

--¿el señor Raúl?

--¿cuántos esposos tengo?

La chica se pone nerviosa, le da pena decir a Axel que lo vio fornicando con un desconocido y luego la discusión con el padre.

--¿¿¡que es lo que te pasa?¿¿¡que pasó??¡

Axel se da cuenta que la empleada está muy asustada y le grita y eso pone aún más nerviosa a la chica:

--¡¡¡por un demonio que es lo que pasó¡¡

--¡¡se fue, se fue de la hacienda¡¡

--¡¿¡que tontería dice??¡ ¡¡Raúl nunca se iría sin su moto, además el carro está fuera¡¡¿¿Cómo se va a ir??

--¡¡Es que lo vino a buscar un señor y se fueron juntos¡¡

Axel zarandea a la chica. Muere de celos y eso que la chica no le ha contado todo:

--¿¡que hombre??¿¿Qué hombre??¡¡

--Creo que era el papá del señor… ¡¡ya no sé nada más¡¡ --muy nerviosa.

--esta bien , se puede retirar.

La chica se va muy sofocada y Axel se lleva las manos a la cabeza:

--¿don Enrique interrumpió la luna de miel?¿¿Qué pasaría?

Axel siente un gran dolor en el pecho. Se lleva la mano allá. Desesperado marca el número de su esposo en el celular pero le da fuera de cobertura. Se angustia:

--¿¿dónde estás, mi amor?¿dónde?

De repente suena el celular. Es Emilio. Axel lo toma celular:

--perdona hermano, ahora no tengo tiempo. No sé nada de Raúl…

Emilio habla con la voz rota. Le duele lo que le va a decir por el sufrimiento que le va a causar:

--lo sé… ha ocurrido algo. Tienes que regresar de inmediato.

Axel escucha a su amigo destrozado. Unas lágrimas de sangre deslizan por sus mejillas.


Emilio espera en el hospital. Axel llega sofocado.

--¡¡¡dime que no es verdad¡¡dime que no le ha pasado nada a mi Raúl¡¡

Emilio pone la mano en los hombros a su hermano:

--tienes que ser fuerte. Raúl ha quedado totalmente desfigurado. Tiene quemaduras por todo el cuerpo.

Axel siente que un puñal lo parte en dos:

--¡Esto no puede ser, Raúl no va a superar esto¡

--Tú eres su esposo, lo único que tiene. Su padre y un tipo que iba con ellos murieron.

Axel siente que se le va la vida.

--¡¡quiero verlo¡¡¡quiero ver a mi esposo ¡¡

--antes el médico quiere hablar contigo te quiere explicar tal y como están las cosas.

Emilio no soporta ver a su amigo tan mal y lo abraza con fuerza. Daría lo que fuera por ahorrarle sufrimiento. Se cambiaría por Raúl con tal de ahorrar ese dolor a su amado. Axel agradece el apoyo de su amigo pero quiere ver a su amado. Va a buscar al médico. Emilio no se separa de él.


Después de hablar con el médico, Axel va a ver a su esposo. Está toda envendado y conectado a muchas máquinas. Lo toma de la mano:

--Te amo, Raúl, más que nunca te amo.

Le besa la mano llorando:

--no me dejes, no quiero vivir sin ti, no me dejes.

Emilio entra con él. Le pone la mano en los hombros:

--¿te vas a quedar toda la noche con él?

Axel habla roto de dolor.

--si. No quiero separarme de él. Yo me muero si lo pierdo.

Emilio lo abraza por la espalda con mucho cariño y tristeza. El dolor de su amado es su dolor. No soporta que sufra.

--no me digas eso, tienes que ser fuerte. Yo me quedo contigo.

Axel no lo mira. Sólo está pendiente de su amado. Se aferra a esa mano de Raúl. Agradece a su amigo su cariño.

--gracias pero esto es algo que prefiero hacer solo, por favor.

--pero me llamas si necesitas algo.

--si claro.

Emilio mira a su amado con amor, con tristeza y lo deja solo. Axel mira a Raúl. No puede creer que ese hombre haya perdido lo que más deseaba, de lo que más presumía: su belleza.

--¿Qué va a ser de ti, mi amor?¿que va a ser de ti? –dice Axel sin dejar de besar su mano.

Axel pasa la noche velando el sueño de su amado. Lo siente mover. Raúl ha abierto los ojos. Habla muy débil:

--¿dónde estoy?¿qué pasó?

Axel trata de infundirle ánimos. Él está feliz de verlo a salvo y así lo demuestra. El resto no le importa. No suelta su mano. Lo mira con cariño.

--no te canses, todo está bien. Va a estar bien.

--¿y mi papá?

Axel fuerza una sonrisa pero por su cara Raúl se da cuenta que algo no va bien. Llora. Axel trata de calmarlo. Luego Raúl se da cuenta que su cuerpo está lleno de vendas:

--¿¡¡que me pasó en mis manos?¡  --se toca en la cara--- ¿¿y mi cara? ¡¡¡Mi pelo¡¡¿¿Qué me pasó?¡¡¡un espejo, quiero ver un espejo¡¡

Axel siente pena de su sufrimiento . Le gustaría cambiarse por él:

--todo está bien mi amor. Lo importante es que estás vivo.

--¡¡mi cara… ¿que le pasó a mi cara?¡¡ --enloquecido.

--¡¡tranquilo, esto es cuestión de tiempo. El médico ha dicho que con una buena cirugía quedarás igual, sólo hay que esperar que pase el tiempo¡¡En unos meses esto pasará y lo importante es que estás vivo ¡¡vivo¡

Raúl sufre una fuerte crisis. Ha perdido lo único importante para él, la belleza.

--¡¡no, no¡¡¡para qué quiero yo vivir si soy un monstruo¡¡¡un monstruo¡¡

Axel sufre con él. Besa su mano. Trata de reconfortarlo.

--¡¡me tienes a mi, yo te amo¡¡

--¡¡pues yo a ti te odio¡¡te desprecio¡¡

El dolor de Raúl lo está destrozando a Axel, Raúl sufre una fuerte crisis  y le tienen que dar un calmante. Mientras duerme Axel lo mira destrozado:

--Raúl no va a soportar esto. No lo hará.

El guapo hombre llora sangre.





Semanas después, en la mansión Margarit, se huyen unos gritos y Providencia que sale del cuarto principal:

--Ese hombre esta peor que nunca, no sé porque lo trajeron aquí.

--Porque es casa de Axel también. Ya hemos hablado de esto muchas veces --Emilio.

Raúl está solo en el cuarto principal, el que fuera de los padres de Emilio. No hay espejos, él lleva una larga túnica con capucha y una máscara. Mira a su alrededor. Habla a una foto de su padre. Habla con una gran amargura:

--tanto que ambicionamos la fortuna de los Margarit y ahora que la tengo… pero es lo único que tengo. Te perdí a ti y ahora estoy confinado en esta cuarto ¡¡yo que siempre odié la fealdad¡¡¡y ahora si saliera todo el mundo me despreciaría a mi porque no hay nadie más feo que yo¡¡

Axel toca a la puerta:

--¡¡Raúl abre, no podemos seguir así¡¡deja que hablemos¡¡

Raúl es puro odio y dolor que descarga en todo el que se acerque.

--¡¡no¡ ya te hice caso¡¡vine a tu casa pero no te quiero ver¡¡no quiero tu lástima¡¡

--¡¡si no abres por las buenas buscaré la llave, puedo abrir yo desde fuera¡¡

--¡¡no lo hagas, si lo haces me voy de esta casa y no me volverás a ver¡¡es más me voy a suicidar que es lo que debí hacer desde el principio.

--Raúl esto pasará, en unos meses te harán la cirugía y quedarás como siempre, solo tienes que esperar.

--¡¡mientes¡ seré un monstruo siempre¡¡vete, no te quiero ver o cometeré una locura¡¡

Axel se va llorando. Va a su encuentro Emilio. Muy preocupado por el sufrimiento de su amado.

--¿sigue sin querer verte?

Axel lo abraza lloroso:

--¿Como le hago para que acepte mi ayuda? ¿Por qué me desprecia?¿porqué?

--Axel es tan guapo. Se siente inferior¿y tú que sientes? Era su belleza lo que te atraía ¿no?

A Axel tal vez pero no a Marcos.

--¿y entonces?

Están al lado de un florero así que Axel se moja convirtiéndose en Marcos. Agarra una rosa del florero:

--es hora que Marcos actué y luche por el hombre que ama. Búscame la llave del cuarto y que mamá me traiga el desayuno de Raúl.

Emilio como siempre obedece.


Providencia sube al rato con la bandeja.

--Hijo ¿ cuando has venido?

Marcos deja la rosa en la bandeja:

--ahora no te lo puedo explicar.

Raúl se enoja cuando oye que abren la puertq:

--¡¡te dije que no lo hicieras, Axel¡¡

--no soy Axel… soy yo…

Raúl mira sorprendido a ese hombre que siempre despreció.

--¿tú?

Marcos le pone la rosa en la mano de ese hombre. Raúl la toma sorprendido:

--Yo te voy a cuidar --Marcos cariñoso.

--Claro, un monstruo cuidando a otro monstruo. Axel ya no me quiere

--¿y usted si lo quiere? Yo sé que usted nunca me amaría a mi porque soy feo yo en cambio creo que la belleza nos ciega y no nos deja conocer a las personas, sólo tiene que tener paciencia, en unos meses volverá a ser el mismo de antes mientras déjeme ser su amigo. Aproveche para ver quienes lo quieren por lo que es. Atrévase a valorarse solo por lo que lleva dentro. Puede aprovechar esta experiencia para aprender, para ser mejor persona.

Raúl trata de ser duro pero las palabras de Marcos le han llegado al corazón. Algo dentro de Raúl ha cambiado y lo mira con agradecimiento.




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